Al menos 60 presos de conciencia y posibles presos de conciencia continuaron encarcelados en 1994, y hubo más de 10 nuevas detenciones. Varios presos políticos, incluidos algunos a los que Amnistía Internacional había considerado presos de conciencia, fueron puestos en libertad. Al parecer, el juicio celebrado contra un preso político no cumplió con los requisitos exigidos por la normativa internacional. Se impusieron ocho sentencias de muerte, pero no se informó de ninguna ejecución.